La última salida es denunciar al vendedor por estafa en el caso de que puedas comprobar que se trata de un objeto falsificado, pero si no quieres llegar a ese punto lo mejor es comprar solo a vendedores con muchos y buenos comentarios y tener claro lo que estás adquiriendo y el precio que estás pagando. En ese momento lo que brillaba era La Máquina de River. Los llamaban los caballeros de la angustia, porque tocaban y tocaban, jugaban como nadie, pero les podía una piel de príncipes que perseguían antes su propia diversión y la burla al adversario -escondiéndole la pelota- que la propia victoria.
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