No obstante, en estas prendas también ha habido diseños rompedores en tonos como el negro, el naranja de 2014 o el ya inolvidable rosa magenta de 2015, que representaba la actitud ganadora del equipo. El ojeador del club catalán, Samitier, se había percatado en España del fulgor del astro argentino y quería ficharlo para sustituir a Kubala, con una lesión de larga duración.
La temporada 2006-2007 fue posiblemente la más exitosa de la historia del Sevilla Fútbol Club, quizás sólo por detrás de aquella 1945-1946 en que se ganó la Liga (valoración que dependería del peso que se de a los distintos títulos). La Real avanza en la negociación con Toyota para que la compañía japonesa de fabricación de automóviles, que ya es espónsor oficial del club, se convierta en el patrocinador principal y lleve su publicidad al frontal de la camiseta desde la próxima temporada.
Es decir, que a pesar del indiscutible éxito reciente de las inglesas y el fútbol femenino en general, todavía están lejos de generar las recompensas financieras que atrae el juego masculino. La zamarra que lucieron los de la Sampdoria en la temporada 1991/92 es digna de estudio. Comprometido con conceptos como la «inteligencia colectiva», Sacchi pidió «once jugadores activos en todo momento del juego, chaqueta real madrid tanto en defensa como en ataque».
